viernes, 4 de abril de 2008

La humillación en los tiempos del cólera

Hace mucho tiempo que se sabía que la formación del maestro debía ser mejorada, debía ser potenciada, la baja calidad en la educación fue el caballito de batalla de los candidatos a la presidencia en las elecciones del 2006 y en las anteriores.

En los últimos meses, hemos sido testigos, casi a diario, de demostraciones de cólera y desprecio hacia los maestros; decían que son poco menos que retrasados, incapaces, ineptos, incluso burros. Pero el tiro salió por la culata: los humillaron hasta la saciedad, luego les tomaron un examen, y para terminar, los devolvieron a sus aulas, incluso quebrantando las normas de evaluación que fijaron inicialmente.

Primero los vejaron, y ahora los regresan a las aulas, les piden que sean figuras que inspiren respeto y autoridad y formen a los niños y jóvenes que son el futuro del país.

Me pregunto ¿que necesidad hubo de invertir tanto dinero y otros recursos en hacer las famosas evaluaciones, cuando los resultados ya se conocían?, se ha perdido dinero y tiempo, y lo más grave, se ha humillado y maltratado al maestro, se ha destruido la imagen y relación de respeto y consideración que debe haber entre maestro y alumno.

Si en el proceso educativo, el rol principal lo desempeña el maestro, ¿Cómo se van a formar los niños y jóvenes, sin un referente en quién creer y a quién emular? Hoy los alumnos creen que tienen frente a sí, en el aula, a alguien que no merece su respeto, porque se les ha dicho, en todos los tonos, que sus maestros no valen nada.

Hoy en día, nos preocupa tanto la proliferación de pandillas, el incremento de la delincuencia, de la violencia que campea, sobre todo, en los estratos sociales cuyos niños y jóvenes acuden a los colegios estatales. Con todo lo sucedido con los maestros, podemos imaginar cuanto mas se incrementarán en el futuro estos males sociales.

Y que quede claro, que conozco el problema del magisterio y la necesidad de su mejor formación, pero rechazo rotundamente la forma equivocada en que las autoridades han abordado su solución.