sábado, 15 de marzo de 2008

El famoso tercio

Para mejorar la calidad de la educación, las autoridades de turno consideraron que la fórmula para lograr este fin, era contratar para los colegios del Estado, solo a los profesores que hubieran terminado su carrera profesional en el tercio superior.

Yo pregunto:

  1. ¿Cómo puede ser esto posible en un país, en que todos los títulos profesionales se dan a nombre de la Nación?
  2. ¿Es que la Nación ha dado títulos a dos tercios de maestros que no están calificados para ejercer en los colegios nacionales?
  3. ¿En este contexto, que valor tienen los títulos a nombre de la Nación?
  4. ¿Acaso el Ministerio de Educación pretendía, que los profesores que no estuvieran calificados para ejercer en la educación pública, ejercieran en la educación privada, o que sencillamente no ejercieran su profesión?
  5. ¿La Nación revocará los títulos que emitió a los profesores que no terminaron su carrera en el tercio superior?
  6. ¿El Ministerio de Educación puede asegurar, que el maestro que pertenece al tercio superior de un Instituto Pedagógico de bajo nivel académico, y que todos sabemos existen bastantes, es más calificado que un profesor que no pertenece al tercio superior, pero que se formó en una universidad de prestigio y logró su título a nombre de la Nación?
  7. ¿No es verdad que esto, daría pie a que en Azángaro se fabriquen certificados del tercio?
  8. Con el famoso tercio, ¿no hubiera sido mayor el riesgo de establecer la mediocridad en la educación estatal?

Felizmente, los presidentes regionales y los especialistas en educación, se han hecho escuchar, y el famoso tercio no va más, pero que lamentable es que se haya perdido tanto tiempo en este desatino, y la verdadera capacitación de los profesores sigue esperando, y las mejoras en la calidad de la educación, siguen esperando.

Nadie puede dar lo que no tiene

Las estadísticas muestran los más bajos niveles de calidad en la educación peruana, los niveles de aprendizaje se han deteriorado a través del tiempo y temo que así seguirá, si no se cambia la visión del problema, si no se acaba por entender cuales son las verdaderas causas de este mal.

Las autoridades de turno, siempre han pensado que el problema está en el maestro, y han preparado sendos y costosos programas de capacitación académica para los profesores, poniendo al frente de los maestros a especialistas en matemática, ciencias, comunicación y demás especialidades, con el objetivo de enseñarles más matemática al profesor de matemática y al de ciencias hacerlo más conocedor de la biología, la química y la física, con el convencimiento de que conociendo más su materia, el profesor enseñará mejor y los alumnos aprenderán mejor.

Si bien es importante que el maestro esté actualizado, mucho más importante es su desarrollo humano, que sea un profesional motivado, seguro de si mismo, con alegría de vivir, con una elevada autoestima, emprendedor y con una actitud positiva frente a la vida, es decir, un triunfador. Es una lástima que los llamados a remediar esta situación, se olviden de esto, que es lo más importante en la formación del maestro.

Se olvidan que para formar hombres y mujeres exitosos, el maestro debe ser un hombre o una mujer exitosa. ¡Nadie puede dar lo que no tiene!

Considero que el maestro formado integralmente, no es aquel que sólo conoce y domina su especialidad, sino aquel que complementa su formación académica con el desarrollo de los otros aspectos que conforman su condición de ser humano, es decir, su espíritu, su vida emocional y social, su buena salud etc. El maestro formado es aquel que tiene un vasto conocimiento de si mismo, del hombre, del mundo, de la vida, de la ciencia y la cultura, lo que se logra viajando, relacionándose con otras personas, conociendo otras costumbres, experimentando en la realidad, aquello que aprendió en las aulas. Entendamos que solo así su formación profesional estará estructurada y será un maestro capaz de dar lo mucho que tiene.

La fórmula que yo propongo para mejorar la calidad de la enseñanza, es formar maestros actualizados y conocedores de la materia de su especialidad, pero por sobre todo, maestros motivados, seguros de si mismo, triunfadores. Los alumnos deben ver en ellos las cualidades humanas, de las personas integralmente formadas, que ellos quieren ser en la vida.

Lo primero que debe hacer una nación para ser grande y desarrollada, es brindar las oportunidades para que el maestro tenga la capacidad de financiar su propia formación integral. El ejercicio profesional de los maestros debe ser retribuido, de manera que puedan lograr este fin.

Recordemos que los alumnos están en relación con sus profesores gran parte del día, la presencia del maestro en sus vidas es fundamental. Junto a los padres, los maestros son los responsables de la formación de seres humanos realizados.

No es la primera vez que el gobierno de turno se preocupa por mejorar la calidad de la educación, y no es la primera vez que se equivoca.